domingo, 27 de octubre de 2013

Los efectos de la competición en los niños, por Koncha Pinós- Pey

En septiembre los padres volvemos a la carrera contrarreloj de libros, libretas, mochilas, lápices, batas… Algunos investigadores afirman que el estrés y la competición tienen una cara positiva, llegando a asegurar que los alumnos que compiten entre sí sacan mejores notas. Pero ya sabemos por propia experiencia vital que tener éxito en los exámenes no significa que hayamos aprendido algo de lo dicho en clase.
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De hecho, los investigadores han descubierto que la cooperación y el altruismo son una herramienta mucho más efectiva que la competición, probablemente porque esta genera altos niveles de ansiedad y rompe el arco de la motivación a medio y largo plazo.

La competición ha llevado al engaño en el ámbito profesional a deportistas de elite. Someternos continuamente a esta alta presión lo único que hace es deshumanizar nuestro proceso de aprendizaje. Si seguimos utilizando la herramienta de la presión como elemento motivador, no debe sorprendernos que haya violencia en las escuelas.

Por otra parte, también las expectativas negativas de los padres, en términos de competitividad, ansiedad y estrés, influyen en los niños. Todos conocemos a padres que presionan a sus hijos para que obtengan los mejores resultados académicos, entren en el equipo de fútbol en el que ellos no pudieron entrar, vayan a tal universidad o estudien una carrera para obtener un trabajo mejor pagado. Algunos padres tienen un gran “ego” con el que envuelven las notas de sus hijos. Los mismos que acaban llevando a sus hijos a la sala de espera del psicólogo con diagnóstico de estrés severo.

Ahora que empieza el curso y estamos tan llenos de buenos propósitos, podríamos nutrir a nuestros niños con el bálsamo de la autonomía y la confianza, dejar que sus propias habilidades se desarrollen en lugar de llevarles continuamente al escenario de la competición académica.



Si de tanto tensar la cuerda acabamos obteniendo el fracaso escolar, no nos sorprendamos. Carl Honoré ya nos lo advirtió en su libro Bajo presión del peligro del exceso de exigencia, del perfeccionismo, y nos invitó al “elogio de la calma”, mucha calma, muchísima, para no tenerle miedo al “uno mismo” y poder autoeducarse sin tener que echar mano de tanto libro de autoayuda.

Vivimos en una sociedad TDAH

Los padres tenemos miedo a la responsabilidad de educar. Nos resulta más fácil dejar a nuestros hijos en manos de otros para que los eduquen, cada vez a edad más temprana. La sobreprotección es el enemigo de la autonomía. La agenda de nuestros hijos está llena antes de que inicien el curso escolar, sin preguntarles previamente a ellos qué les gustaría hacer este curso que comienza.

La formulación educativa que estamos instaurando conduce netamente al camino de la ansiedad, el miedo y la búsqueda de situaciones que desafíen a la autoridad: drogas, violencia, sexo precoz.

Muchos niños y jóvenes sufren desórdenes y trastornos psicológicos; y el índice de suicido entre los adolescentes lamentablemente ha crecido. En Inglaterra cada media hora un adolescente intenta suicidarse. En nuestro país también, solo que las estadísticas no se publican para no crear alarma social. La infancia feliz está “en peligro de extinción”. Gastamos más que nunca en nuestros hijos pero lo hemos burocratizado tanto que no funciona.

El niño no puede más con esa híperdemanda que hacen los padres, abuelos, profesores, y por ello no les queda otro camino que “volverse hiperactivos”. El TDAH es una pandemia en los países del primer mundo, pero no en la infancia solamente… Vivimos en una sociedad TDAH. Una sociedad deprimida, suicida, violenta e injusta que presiona a los unos contra los otros.

Para que un niño juegue no necesita un juguete de marca, ni ser un “bebé Dior” para ir vestido. Esa sofisticación no es más que ignorante arrogancia de una generación que no tuvo objetos materiales pero que fue más feliz. Creemos que los niños sabrán más si tienen tecnología, si hacen clases de ruso y ballet, pero los niños son solo niños y solo desean jugar.

Parte del problema es que los padres no han superado el complejo de Peter Pan, no quieren ser padres, y se visten como adolescentes aunque pasan de los 40. ¿Nos interesa educar o que nuestros hijos sean nuestros amigos? Estoy viendo en mi consulta padres con doctorados que se dejan dominar por niños de 9 años. Confundimos la autoestima con el respeto a los padres.

La autoestima no hace mejores estudiantes, ni tampoco aumenta las posibilidades de encontrar trabajo, ni erradica la violencia de género. No hay que subordinarse tanto a los niños; demasiados elogios y ponérselo todo tan fácil puede hacer que no puedan afrontar las dificultades… o que lleguen a convencerse de que “no tiene por qué esforzarse”. La perseverancia es una de las cualidades que tenemos que recuperar.

Modelo finlandés

El modelo finlandés e islandés mantienen a raya a los burócratas y a los padres ambiciosos, permitiendo que los niños se responsabilicen de sus necesidades y sean más felices y responsables a largo plazo. Menos deberes, menos horas en clase, autoevaluación, múltiples inteligencias. Maria Montessori ya nos hablo de la importancia de la autonomía y la libertad en el proceso de aprendizaje. Necesitamos mejor formación para los profesores y también para los padres. Lo más importante es que el niño tenga “pasión por el aprendizaje” y no se sienta presionado a ser lo que otros quieren.

Ahora que empieza el nuevo curso, intentemos mantener el equilibrio con los niños, confiemos en ellos y en nosotros mismos. Demos un pequeño paso, reduciendo por ejemplo un 20% nuestras agendas y las de los niños, seleccionando y volviendo una vez tras otra al centro de nosotros mismos y dedicando un tiempo cada semana a crear calma mental.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Los niños nos hablan a través de sus crisis

Observando la evolución de cualquier sistema, siempre en algún momento estos sufren períodos de inestabilidad o crisis. Por ejemplo, un ecosistema, el sistema económico, de salud, el sistema familiar, el sistema interior de una persona, en algún momento atraviesa periodos de caos. En estos momentos los organismos que lo conforman se ven en la disyuntiva de cambiar para adaptarse al entorno diferente y con ello alcanzar niveles más altos de organización o evolución, o bien, resistirse y permanecer en el viejo estado y con ello posiblemente extinguirse.


Observando desde esta perspectiva, las crisis no son negativas, sino que nos ponen frente a la posibilidad de estar mejor. Pero es cierto también que una parte nuestra puede sentirse amenazada y por eso tenderá a resistirse para mantener el estado habitual.

En nuestra cultura el error, el equivocarse, un tropiezo en el camino, es visto como algo que no debía haber pasado y que no debería volver a pasar. Nos han enseñado desde pequeños que los momentos de dificultad son un error que debemos evitar, “No te caigas”, “no toques ahí”, “¿cómo se te cayó eso?”, “¿por qué no me pediste que yo lo haga?”. Así crecimos, temiéndole a equivocarnos en vez de ver al error como parte inseparable de nuestros aprendizajes.

Es por eso que ante los momentos críticos el primer impulso que aparece es querer evitarlos, taparlos, salir de ellos lo antes posible para volver al estado habitual, perdiéndonos así la posibilidad de evolucionar.
Cuando atravesamos una crisis, tenemos ante nosotros la posibilidad de un cambio. Las crisis tienen una gran misión: Hacernos más conscientes.
Hoy quienes están propiciando y generando crisis, y por ende, abriendo puertas al cambio y una mayor conciencia, son los niños. Estos pequeños seres proponen dos opciones: cambia y evoluciona, o bien, extínguete.

Los niños nos hablan a través de sus síntomas

Hoy en día vemos cómo los niños se manifiestan, y nos están hablando, a través de sus crisis manifestadas en síntomas como malos comportamientos, rebeldía, agresión, hiperactividad, apatía, aburrimiento. Estos son síntomas de una enfermedad en su campo emocional-espiritual; si estos síntomas persisten y no son atendidos y solucionados desde la real causa, el niño incluso llega a enfermar en su cuerpo físico.


¿Y qué hacemos nosotros ante estos síntomas? Aquí nuevamente filtramos lo que vemos desde nuestros patrones heredados de nuestra infancia y cultura: ante la aparición de un síntoma, lo primero que surge es el rechazo. En vez de intentar comprenderlo y aprovecharlo para conocernos aún más y conocer aún más las reales necesidades del niño, los queremos evitar como sea.
En este caso se ve al niño como el portador y responsable de un problema. Es un niño rebelde o destructivo porque sí, porque le gusta ser así… Este problema debe ser solucionado abordando al niño con herramientas pedagógicas y psicológicas; y si perdura el conflicto, puede incluso llegarse a medicar al niño.
Si se llega a la instancia de utilizar medicación alopática deben saber que solo se apacigua o suprime dicho síntoma. No se resuelve el verdadero conflicto. Este aflorará de nuevo por el mismo u otro sitio, o buscará otras maneras de expresarse, y muchas veces lo hará con más intensidad.
Esta forma de reacción se ve en la medicina actual pero también se distingue en muchas escuelas de hoy cuando evalúan y catalogan a los niños como enfermos o problemáticos sin tener en cuenta qué podrán estar diciéndonos más allá de lo que en la superficialidad se ve.
Los síntomas en los niños hablan de un malestar interior. Nos dicen que al niño, en su interioridad, le falta algo, no se siente o no está completo.
Los niños no nos permiten estancarnos en situaciones involutivas, insanas, inarmónicas. Ellos constantemente nos mostrarán, siendo un espejo, aquellos lugares donde no estamos creciendo. Tanto en la familia como en el sistema educativo o de salud, la sociedad en general tiene la posibilidad de evolucionar de la mano de las crisis que los niños nos están mostrando.
Esta evolución se dará siempre y cuando intentes descifrar el real motivo de las crisis, y desde allí, se produzcan cambios genuinos.

Por dónde se empieza

Se empieza por reconocer que lo que estamos viendo es la superficie, que nos resta ver la profundidad. Sin obnubilarnos con la forma, tratamos de ver el contenido de ella. En la práctica sería: ante un comportamiento insano, despersonalizarlo del niño. Es decir, considerar que este nos está hablando de algo más que no puede verbalizar o manifestar de una forma más sana. Entonces aquí buscamos la causa posible y abordamos dicha causa, y no el síntoma.
Tratamos de cambiar aquello que lleva al niño a ser de determinada manera, para que como consecuencia, esto le proporcione la armonía que antes le había quitado.
Resumiendo, el niño está manifestando los síntomas de un mal funcionamiento de una parte de su vida que lo afecta en su totalidad. Nos avisa que hay algo que le FALTA, y que volverá a la armonía solo si eso que falta es incorporado. Y para incorporar lo que falta, hay que mover lo que hay, hay que cambiar prioridades, soltar cosas viejas, agregar cosas nuevas. En definitiva, los niños nos obligan o nos invitan a cambiar nuestro estado de conciencia y la vida que llevamos a raíz de ello.

tomado de
Fuente Infinita

martes, 2 de abril de 2013

La Manera Fácil de criar a los Hijos con Ho Oponopono.



Ser padres puede ser mas fácil de lo que piensas, sin duda mas gratificante y eficaz, si recuerdas un par de verdades.

Ho oponopono, una antigua forma de resolucion de problemas, nos ensena que nuestras experiencias y recuerdos nublan la conciencia de quienes somos realmente, y como podemos crear la vida que queremos.

A medida que nos hacemos mayores y con cada dia que pasa, adquirimos preocupaciones, miedos e inseguridades, que crean las creencias limitantes basadas en juicios y opiniones.

En ultima instancia, nos separamos de lo que realmente somos, y comenzamos a perder nuestra conexion con la naturaleza y el universo (nuestra fuente pura). Preocupaciones, miedos, inseguridades, juicios, opiniones y creencias, son solo los errores y Hoponopono nos pueden ayudar a eliminarlas.


Hooponopono es como la tecla de borrar en el teclado de nuestro ordenador.
La mayoria de los problemas y las dificultades que tenemos con nuestros hijos estan controladas por nuestros recuerdos.

Muchos de estos problemas son creados por programas en nuestro banco de memoria, apretamos el play, aparecen en nuestros monitores, y luego lo trasmitimos a nuestros ninos de cierta manera.

Nuestras reacciones son solo recuerdos que se repiten. Una forma de borrar los recuerdos que crean problemas (errores) con Hooponopono, es diciendoles "gracias" (pulsando la tecla de borrar) en lugar de resistirse a ellos (hablando con el monitor).


Mi maestro, el Dr. Ihaleakala Hew Len, con quien estudie durante 12 anos, siempre dice que es mas facil ensenar a una silla a hacer Ho oponopono que ensenar a la gente, porque la gente piensa (intelecto). Siempre estamos pensando, comparando y contando historias. Siempre estamos tratando de entender! Me parece mucho mas facil ensenar este concepto a los ninos.

No complican las cosas con racionalizacion innecesaria, ni sienten la necesidad de entender todo, como nosotros! Los ninos que participan en mis entrenamientos han sido el mejor regalo para mi. Los ninos son mucho mas honestos con sus sentimientos, porque todavia no han adquirido todos los recuerdos que los controlan.


Cuando le digo a los ninos, Solo puedo decir Gracias y luego dejar ir, los ninos van por su camino alegremente saltando y saltando, repitiendo: Gracias. Cuando le digo a los adultos que digan gracias y luego dejen ir , los adultos preguntan: Como se dice gracias?

Tengo que decirlo? Necesito sentirlo? Tengo que pensar en algo cuando dice que Siempre estamos tratando de entender, pero no hay nada que entender?. ..solo tenemos que hacerlo (basta con pulsar la tecla de borrar) Los ninos no tienen que analizar todo, simplemente lo hacen.

Crees que tus hijos estan a Tu disposicion para ensenarles, para decirles lo que es correcto y perfecto para ellos? De hecho, ellos son sus gurus y han venido a ensenar. Ellos estan aqui para darte una oportunidad de borrar esos programas. Si no sabes lo que es correcto para ti, como puedes saber lo que es correcto para ellos?


No hace mucho, una mujer vino a mi despues de una conferencia y me dijo que su hijo queria decirme algo. El nino tenia 8 anos, y me dijo: Le dije a mi madre: Gracias por traerme. Voy a practicar esto, asi que voy a tener menos problemas cuando crezca.

Entonces la madre me consulto sobre un problema que ella tenia. Queria mi consejo. Asi que mire a su hijo y le pregunte: Que le dirias a tu madre? Y dijo el muchacho, Me gustaria decirle que no se preocupe tanto, que no se lo tome tan en serio. Entonces le dije a la madre, La proxima vez que tengas un problema, preguntale a tu hijo!


Tus hijos han llegado a Tu vida para mostrarle lo que necesitas trabajar. No tengas miedo de resolver tus problemas con ellos. Te sorprenderas de su conexion con la inspiracion y lo sabios que son. Ellos realmente saben mejor, porque son mas puros y reales con sus sentimientos y pensamientos. Ellos simplemente estan esperando por nosotros!


Los ninos te observan más de lo que te escuchan. El amor propio y la aceptacion de uno mismo son esenciales para nuestro bienestar. Lo mejor que podemos demostrar es que nos amamos y aceptamos a nosotros mismos tal y como somos.

Este es el mejor regalo que puedes darle a tu hijo, y esto le ayudara a evitar buscar amor y aceptacion en el mundo exterior, como hicimos nosotros.

El amor es el viento bajo tus alas. Tienes que amarte a ti mismo, ser feliz y dar el ejemplo. Padres amorosos crean ninos amorosos, y los ninos amorosos crean un mundo amoroso.


Despues que desperte a esta verdad (yo era muy esceptica y cerrada de mente antes), le dije a mis hijos:

Saben?... puede ser felices ahora, no tienen que esperar, como yo. Tambien les ensene que en el amor se pusieran en primer lugar . Mira, me doy cuenta de que esto suena egoista, pero cuando haces algo por los demas, o pones a otros primero (incluso a los ninos), eso no funciona…y no va a funcionar para ellos. Cuando estas bien, tus hijos estan bien. No es al reves. La era de sacrificio ha terminado.

Tienes que despertar. Porque cuando estas feliz tus hijos seran mas felices. No se les puede dar lo que no tenemos.

Te gustaria saber como comunicarte con tus hijos de manera efectiva? Todo lo que necesitan saber de ti es: Te amo, gracias por estar en mi vida.

Y el mejor momento para decirselo es cuando estan durmiendo, y su mente subconsciente puede oirte. Al hacer esto, tus palabras van directamente a sus corazones. Aunque tu hijo ya no viva contigo, habla con el o ella cuando sabes que estan durmiendo! Obtendras resultados mucho mejores.


Y, si no tienes ganas de decirlo en voz alta, tambien se puede repetir mentalmente, cada vez que pienses en ellos o te sientas propenso a reaccionar por algo. Funciona incluso si estas haciendo rechinar tus dientes con ira.

Recuerda, estas simplemente pulsando la tecla de borrar, por lo que se puede hacer mentalmente, y funciona incluso si no lo dices con un significado ,en cualquier momento.

Al hacer estas cosas, puedes relajarte, ya que le estas dando a quien les conoce mejor, el permiso para cuidar bien de ellos. No sabes muy bien lo que tus hijos han venido a hacer, y / o experienciar en esta vida. Aprecia su existencia, y lo que han venido a dar, y todos obtendran beneficios inconmensurables.

Cada vez que dices gracias o Te amo (incluso mentalmente) en lugar de reaccionar, tratando de controlar, y preocupante, le vas a poner a tus hijos en manos de Dios( Divinidad, Universo, Espiritu), para guiarlos y protegerlos.


Los ninos son el futuro, y podemos cambiar el mundo ayudando a que nuestros ninos conserven su alegria,autoestima y auto-aceptacion. Y, ensenandoles que estan bien tal y como son, que poseen talentos unicos, y que esta bien ser diferente.

Tengo la esperanza de que un dia la infelicidad humana sea una excepcion, no la norma.Creo en mi corazon que esto es posible, y que con Hooponopono, podemos llegar a que asi sea.

Mabel Katz
Texto traducido libremente del inglés, por Tahíta ...desde el Blog de Mabel Katz

MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/autoayuda/hoo-ponopono-765.html

domingo, 24 de marzo de 2013

EL PEQUEÑO DICTADOR




EL PEQUEÑO DICTADOR
Ambientes donde el niño es el centro de las atenciones, donde carece de cualquier otro tipo de responsabilidad que no sea la escuela, donde se le satisface cualquier antojo inmediatamente, propician que el cerebro se convierta en un cerebro frágil. El lóbulo frontal regula y organiza la información de forma lógica, de acuerdo con principios racionales, sociales, morales y éticos. Si el niño no se ve enfrentado a situaciones de responsabilidad y no sufre las consecuencias de sus elecciones, este lóbulo no tendrá la suficiente información para su desarrollo.
La actual generación de padres puede influir en el retardo madurativo del lóbulo frontal, adoptando conductas permisivas y sumisas y proporcionando a sus hijos un hogar carente de valores, virtudes y carácter. El criar niños sin responsabilidad, intolerantes a la frustración, consentidos hasta el mínimo capricho, ocasiona este retardo en el lóbulo frontal, que hará de ellos adultos incapaces de tomar decisiones importantes, con un estado de dependencia permanente hacia sus padres y los demás. El dominio emocional y fortalecimiento del carácter son determinantes en el desarrollo cognitivo e intelectual de la personas. El humano es un ser que se desarrolla adecuadamente cuando establece vínculos correctos con los demás; si no resuelve esta necesidad padece sufrimientos psicológicos y resulta vulnerable social y biológicamente.
Es importante que, desde el principio, los acostumbremos a no darles todo aquello que nos piden, aunque económicamente no nos suponga problema. Los niños deben valorar las cosas, aprender a esperar, a soñar, a desear lo que quieren, a esforzarse por conseguir lo que anhelan y a no frustrarse cuando no lo pueden obtener. De otro modo empiezan por no darle valor a las cosas y terminan por no darle valor, a las personas. Es muy positivo hacerles saber que hay otros niños que no tienen juguetes, que no tienen nada, que compartir proporciona felicidad; no acaparar, ésa es una forma de regalarles la semilla de la solidaridad y de erradicar el temprano egoísmo. El niño ha de ser rico, pero en el número de sonrisas que recibe. La actividad lúdica es fundamental para el desarrollo global del niño.
Formar hijos íntegros y humanos no es tarea fácil, existe una gran presión social y familiar para educarlos en un mundo de consumismos, complacencias, mediocridades y flojera. Necesitamos padres valerosos que confronten y desafíen a otras familias en el quehacer formativo, padres que ejerzan la durísima cotidianeidad educativa. Educar exige constancia, asiduidad, entrega, disgustos y sonrisas compartidas. No admite el desánimo ni la vacación. Es un programa de vida, un marcarse objetivos e ir cumpliéndolos, repetir los ejemplos correctos sin desfallecimiento. Educar es lo más bello, es compartir, ser flexible, tener criterio, es arduo, es preocuparse, pensar, disgustarse, es tiempo y tiempo, es querer, es llorar, es ilusionarse y aplaudir. Es vida, pura vida. Es transmisión.
Dar a los niños de todo como: juguetes, dinero, objetos, dejarles hacer lo que quieren, ceder ante sus deseos, es un error, pues haremos de ellos unos egoístas y caprichosos, unos consentidos. Pareciera que en la actualidad lo fundamental es complacer a los hijos para evitar enfrentarlos y contradecirlos, sin importar que eso pueda causarles confusión, y sea el origen de sus conductas egoístas, demandantes, impulsivas y hasta agresivas. Estamos enfermos de híper-hedonismo.
Uno de los mayores errores que se pueden cometer con los niños es sobreprotegerlos. Lejos de ayudarlos, les impedimos que elaboren sus propios recursos, que sean realistas, que desarrollen su sentido común, que, en definitiva, se preparen para la vida. Autoridad, cuyo origen latino viene del término auctoritas, significa: Aumentar, hacer crecer, ayudar a ser más y mejor, acrecentar. Es una postura ante los hijos de ser y estar, de mostrar coherencia, de ser paciente y firme siempre, de no dejar de educar en ningún momento y estar disponible para ayudarles cuando lo necesiten.
EDUCAR CON ESFUERZO.
Los que de pequeños se esfuerzan lo mínimo, harán lo mismo de adultos. Son niños que siempre argumentan excusas. Hay que buscar el dominio de uno mismo, educar en el esfuerzo cotidiano, en el creciente fortalecimiento de la voluntad referida a todos los ámbitos, ya sean afectivos, intelectuales, deportivos, culturales, psicológicos o espirituales. Hay que desarrollar el nivel de logro que los hijos se marcan y exigirles autonomía y responsabilidad. El esfuerzo y la tenacidad son lo que da valor real a la vida; lo que se logra con trabajo y empuje se valora, y por tanto, se respeta.
EL ENTORNO FAMILIAR.
Lo que más moldea la personalidad del niño es el aprendizaje en la familia. La familia es una micro-sociedad donde el niño comienza a utilizar los valores de interrelación social que le van a marcar las pautas de conducta a utilizar cuando se vea inmerso en la sociedad en general. Relacionarse con un amplio número de miembros familiares favorece la correcta socialización y aporta un amplio espectro de modelos. El niño tirano vive en familias pequeñas, suele ser intolerante, individualista, demandante de acción inmediata y tiende hacia el aislamiento y el hedonismo. Y los padres, al preocuparse por satisfacer cualquier capricho de los hijos, se convierten en padres obedientes de sus hijos.
Una familia sana es aquella en la que se puede hablar con libertad, en la que hay disgustos y se aceptan, en la que impera la sonrisa. La que comparte iniciativas y afectos y transmite motivaciones. Asistir a manifestaciones culturales, practicar deporte, comentar lo leído, ir a la iglesia, son algunas de las muchísimas actividades que dan sentido a la vida en familia. Está abierta al exterior, pero permite un clima de organización, de equilibrio, de calidez. Es fundamental tener un posicionamiento alegre y positivo en la familia y transmitirlo a sus miembros y a la sociedad.
El acto de darles a cumplir algunas obligaciones, además de las escolares, los hace más humildes, responsables y bondadosos, y por consiguiente, menos tiranos. Hay que educar en el afecto, la tolerancia, la empatía y a administrar la capacidad para planificar, para demorar los impulsos; ésta es la auténtica prevención. Enseñar a labrar el propio ser con amor, sembrándolo de generosidad. Transmitir una fundada sospecha de la perduración de las cosas, algo con lo que convivimos, pues cuando se nos mueren los nuestros, anticipamos nuestra propia muerte. Hay que domar el sentido de la vida, incluyendo un componente vital, como la espiritualidad.
Los padres quieren lo mejor para sus hijos y se preocupan por su educación, pero algunos han errado en sus prioridades, la educación de los hijos ha de ocupar los primeros puestos. Lo fundamental no es que los hijos cuenten con recursos abundantes ni con otras ayudas, sino con nuestra implicación permanente en su vivir diario y muy especialmente en su formación. Los niños necesitan ser escuchados, demandan atención, tiempo, dedicación, ilusión, que se disfrute con ellos. Precisan normas, conceptos, que se les enseñe a debatir, a aceptar la crítica, a reírse de sí mismos; y esto no es factible si el padre y la madre están siempre ausentes, o cuando están no se dedican al niño.
LOS PADRES SON LOS VERDADEROS RESPONSABLES EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS, ESTA NO PUEDE SER DELEGADA A LOS DEMÁS.
La adolescencia, responsabilidad y amor a la verdad. Nuestros hijos, más que nunca, se enfrentarán por ellos mismos con la pornografía, el satanismo, el materialismo, la drogadicción, la vulgaridad y la glorificación de la violencia. Necesitarán una familia valerosa que pueda decir "no" y mantenerse firme en sus reglas y normas familiares, a pesar de la presión psicológica que pueden ejercer hacia sus padres para obtener sus deseos. No estaría mal que los jóvenes conozcan lo que cuesta cada plaza escolar, ponerlo en la puerta de cada clase. Los padres han de hacer comprobar al hijo que es mucho más ventajoso decir la verdad (aunque suponga el reconocimiento de algo mal hecho). Como siempre, se basa en el ejemplo de los adultos, en la responsabilidad y en evitar la complicidad o entender la mentira.
TEXTO: “EL PEQUEÑO DICTADOR” del autor: Javier Urra, psicólogo clínico y pedagogo terapeuta.
www.elseruno.com
http://caminodelser.blogspot.com

viernes, 22 de febrero de 2013

Cómo ayudar a los niños a superar sus miedos






El miedo de los niños es de caracter evolutivo. A medida que los niños van cumpliendo años, van pasando por diferentes etapas y van experimentando diferentes miedos infantiles, que cambian a medida que se van superando. Dentro de esta evolución, los niños deben ir superando unos miedos para enfrentarse con valentía a los siguientes. El problema de los miedos de los niños aparece cuando estos miedos no evolucionan, se enquistan y no desaparecen de una etapa a otra del crecimiento.

Superar cada miedo es importante. Generalmente, esto es algo que sucede de manera natural, pero a veces, no es tan fácil para algunos niños debido a que pueden estar vinculados a experiencias desagradables, por ejemplo. Los padres deben ser los primeros que deben darse cuenta de esta circunstancia y ayudar a sus hijos a superar sus miedos.

¿Cómo ayudar a superar los miedos de los niños?

1. Miedo a los extraños

a) Es el primer miedo que se manifiesta en el bebé alrededor de los nueve meses. A esta edad, empieza a extrañar a sus adultos de referencia cuando no están cerca y no quiere abandonar los brazos de papá y de mamá para quedarse con otra persona, que aunque la haya visto antes, probablemente no la recuerde.

b) Hablar con personas desconocidas es un riesgo, que los niños deben aprender, pero evitando que aumenten sus miedos, transmitiendole siempre confianza y seguridad. Enseñale a ser precavido y a no aceptar objetos, caramelos o invitaciones de extraños.
Educación positiva: Respeta el miedo del niño y no le menosprecies por tener miedo, diciéndole que es un miedoso… Elogia sus avances aunque sean mínimos y así le ayudarás a ser cada día un poco más valiente. Para evitar que tu bebé manifieste un acusado miedo a la separación de sus padres, desde los seis meses fomenta el contacto con familiares y otras personas, para que cuando llegue el momento esté familiarizado con otras personas.

2. Miedo a la separación

Generalmente, se focaliza en la figura de la madre y tiene lugar al inicio de la escuela infantil o del colegio o debido a un divorcio. Este miedo surge cuando el niño sufre al ser separado de las personas a las que está afectivamente unido, sobre todo, de su madre.
Con la verdad por delante. Informar al niño con naturalidad sobre lo que está pasando, le ayudará mucho a superar su miedo. Es mejor para él hablarle abiertamente de que papá o mamá vendrá el fin de semana para jugar con él o a recogerle a la salida de la escuela, con un lenguaje claro y sencillo, que él pueda entender, que mentirle o disfrazarle la realidad, que en ocasiones puede alimentar más sus miedos que transmitirle tranquilidad.

3. Miedo a los cambios

Los hábitos y las rutinas aportan seguridad a los niños y bebés y, por tanto, un cambio de casa, de colegio, de cultura, de país, de amigos…. puede convertirse en una pesadillla para el niño. Para evitar que los cambios produzcan miedo en el niño, hay que anticiparse y contarle qué va a ocurrir, de esta manera, el niño podrá prepararse psicológicamente para la nueva situación. Es importante que le hables del nuevo cambio con optimismo y esperanza hacia una situación mejor.
Prepárale para lo que vendrá. Para evitar que los cambios produzcan miedo en el niño, hay que anticiparse y contarle qué va a ocurrir, de esta manera, el niño podrá prepararse psicológicamente para la nueva situación. Es importante que le hables del nuevo cambio con optimismo y esperanza hacia una situación mejor.

4. Miedo a la oscuridad

Evita que el niño sufra experiencias negativas y repentinas, y coloca en su dormitoriio una pequeña luz encendida o un piloto luminoso para que pueda ver y su habitación nunca esté a oscuras del todo. Uno de cada tres niños teme a la oscuridad.
Evita experiencias negativas y repentinas. Ten en cuenta que este miedo a la oscuridad puede surgir a partir una mala explicación de cuentos de monstruos, o a partir de pesadillas y situaciones imaginarias. Por este motivo, selecciona películas y programas infantiles adecuados a su edad y escoge lecturas apropiadas.

5. Miedo a los truenos y a las tormentas

Las tormentas y el ruido de los trueños que, en muchas escenas de ficción, están asociadas a relatos de miedo pueden hacer crecer el miedo de los niños a estos fenómenos naturales.
Evita sobreproteger a tu hijo. Para acostumbrar al niño a los truenos y a las tormentas, acércale desde pequeño a la ventana cuando llueva para que vea los truenos y los relámpagos como algo natural y normal relacionado con el mal tiempo. Explícale que se trata de un fenómeno natural pasajero, que no le hará ningún daño. Aprender a enfrentarse a los problemas desde pequeño, le convertirá en una persona independiente y con recursos propios para afrontar las complicaciones.

6. Miedo a los animales

La vida en las ciudades hace menos frecuente el contacto con animales, de manera que es normal que los animales, por desconocidos, causen miedo en los niños.
Mantén la calma en situaciones de estrés. Evita transmitirle el miedo a tu hijo o que te vea estresada o temosa ante la presencia de un animal. Conviene familiarizar a los niños con los animales desde que son pequeños. Enseñarles a respetarles y a cuidarles es fundamental para alejar su miedo. No obstente y siempre con naturalidad debes advertir al niño del peligro que puede correr si se acerca a un animal desconocido. En este caso, siempre conviene guardar la distancia.

7. Miedos escolares

Son muchos los miedos que giran en torno al colegio. En los niños más pequeños es común la ansiedad anticipatoria o el miedo en los momentos previos a la llegada al colegio y en los niños más mayores aparecen otros como el miedo al fracaso escolar y al castigo, el miedo social ante actividades que deben realizarse en público como leer, exponer un trabajo… y el miedo al malestar físico.
Fomenta la resolución de problemas por parte del niño. Debido a que los niños pasan la mayor parte de su tiempo en el colegio ayudarles a construir una sólida autoestima, que les proporcione seguridad en sí mismos, es lo más recomendable que podemos hacer los padres. Evita que siempre recurra a ti para obtener una solución, porque estarás impidiendo que desarrolle su autonomía e independencia.

8. Miedos nocturnos

La mayoría de los miedos nocturnos están relacionados con otros miedos como por ejemplo el miedo a la oscuridad, a la soledad, a la separación, a los sueños y pesadillas… Cuando el problema reside en la dificultad del niño para dormirse sólo conviene encontrar la causa real de su miedo para desmontarlo poco a poco.
Resta importancia a los miedos y temores de tu hijo. En ocasiones, conviene desdramatizar para desmontar el miedo del niño. Conviene recordar al niño que sus miedos son normales y que forman parte de su desarrollo.

9. Miedo al daño físico

Saltar de un trampolín, ir a demasiada velocidad en la bicicleta… puede suponer un riesgo para la integridad física de los niños. Algunos pueden dejar incluso de hacer algunas actividades deportivas por miedo al daño y al dolor debido a las faltas personales o entradas en el terreno de juego.
Potencia la valentía del niño. Anímale a realizar el deporte o la actividad física que le gusta, para que se vaya enfrentando poco a poco a situaciones que le provocan temor. Subraya sus comportamientos valerosos.

10. Miedo a la muerte

Una experiencia negativa en torno a la pérdida de un ser querido puede desencadenar el miedo a la muerte en el niño, por no saber qué nos espera más allá de la vida.
Disimula tus temores. Muchas personas prefieren no pensar en este tema, pero recuerda que los niños aprenden por imitación y tu hijo podría desarrollar fobias sólo porque las tienes tú.


Marisol Nuevo. Editora de GuiaInfantil.com
Cómo ayudar a los niños a superar sus miedos

GHB - Informacion difundida por http://hermandadblanca.org/

http://hermandadblanca.org/2012/09/08/como-ayudar-a-los-ninos-a-superar-sus-miedos/

Dormir al bebé: errores y aciertos de los padres

El sueño infantil es un tema muy importante para los padres, ya que del sueño de nuestro hijo depende nuestro descanso, tener buena cara, estar descansado para trabajar, tener energía para hacer algo de ejercicio o tiempo para uno mismo. Si nuestro hijo duerme mal nos preocupamos, el tema forma parte de nuestras tertulias e incluso lo consultamos con el pediatra, pero ¿de qué depende?

El vínculo afectivo influye en el sueño del bebé



Hasta ahora se creía que los hábitos y costumbres del bebé a la hora de conciliar el sueño eran determinantes. La rutina de horarios y costumbres, como bañar y acostar al bebé siempre a la misma hora, evitar encender la luz si llora por la noche, acostumbrarle al día y la ncohe mediante luz y oscuridad, evitar dormirle en brazos y al pecho o acunarle en exceso hasta que se duerma, procurando que el bebé aprenda a dormirse solito, son algunos de los consejos que durante años hemos aprendido los padres tras el nacimiento de nuestros bebés.

¿Qué influye en los patrones de sueño de los bebés? ¿Por qué dormir bien es mucho más fácil para algunos niños pequeños que para otros? Un reciente estudio ha analizado las conductas de las madres en relación al sueño de sus bebés y ha llegado a la conclusión de que las emociones, que son la forma más básica de comunicación entre los bebés y los padres, influyen de manera determinante en el sueño de los bebés. Así, cuando los padres son más receptivos y responden adecuadamente a las señales de sus hijos, el comportamiento específico o rutina de los bebés a la hora de acostarse es más positivo y promueve un mejor sueño.

Y es que el sueño es como una especie de separación nocturna para padres e hijos, que puede generar ansiedad en uno u otro bando. Las interrupciones del sueño de los bebés pueden estar motivadas para establecer de nuevo el contacto con sus padres, su atención, entrando así en una espiral que no termina nunca. Por tanto, el vínculo afectivo con el bebé puede mejorar notablemente la calidad del sueño de toda la familia.

Llevar al bebé en brazos, para mecerlo, cantarle, alimentarle, mirarle detenidamente o besarle sienta tan bien a los padres como a los bebés. Encontrarse atendidos y entendidos es tan positivo que no me extraña que todas estas muestras de amor y de afecto mejoren la calidad del sueño infantil, ya que proporcionan un bienestar emocional y una seguridad difícil de igualar. Los psicólogos han denominado a estas conductas, que a los padres nos salen naturalmente del corazón, conductas nutrientes. Aliméntalas y verás como vuestro descanso y el sueño del bebé saldrán beneficiados.

Marisol Nuevo. Editora de GuiaInfantil.com
Dormir al bebé: errores y aciertos de los padres

–> VISTO EN: http://www.guiainfantil.com/blog/salud/sueno/dormir-al-bebe-errores-y-aciertos-de-los-padres/
GHB - Informacion difundida por http://hermandadblanca.org/

http://hermandadblanca.org/2012/08/26/dormir-al-bebe-errores-y-aciertos-de-los-padres/

La Relación del Autismo Infantil y las Vacunas.

Nuevos datos empíricos confirman síntomas de autismo infantil relacionados con la exposición al acetaminofeno y al aluminio presente en algunas vacunas.

En esta ocasión ha sido un estudio publicado por el MIT, en concreto (Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory, Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, MA 02139, USA & Internal Medicine Group Practice, PhyNet, Inc., Longview, TX 75604, USA).

La cuestión reviste un especial interés, ya que el reciente estudio analiza los efectos del Aluminio y el acetaminofeno en el marco de la vacunación infantil, y en el ámbito de la RSC (Responsabilidad Social Corporativa).

El estudio realizado por Seneff, S.; Davidson, R.M y Liu, J, pone de relieve :


El autismo es una condición que se caracteriza por deterioro de las habilidades cognitivas y sociales, asociadas a un compromiso de la función inmune. La incidencia es alarmantemente y va en aumento, y los factores ambientales son cada vez más sospechosos de jugar un papel importante.

El autismo ha aumentado de manera constante desde finales del pasado siglo, durante un período en que el mercurio se está eliminando de forma gradual, mientras que la carga de aluminio adyuvante ha ido incrementándose.

En el estudio de EE.UU se identifica varios signos y síntomas que son significativamente más prevalentes en los informes tras de las vacunaciones después del 2000, incluye celulitis, convulsiones, depresión, fatiga, dolor y muerte, y que también se asocia significativamente con vacunas que contienen aluminio.

El estudio propone que los niños con diagnóstico de autismo son especialmente vulnerables a los metales tóxicos como el aluminio y el mercurio debido a insuficiente sulfato sérico y glutación. Parece existir una fuerte correlación entre el autismo y la vacuna triple vírica (sarampión, paperas, rubeola) se observa también, lo que, en parte puede explicarse, por un aumento de la sensibilidad al paracetamol administrado para controlar la fiebre.

Dejamos aquí el estudio para aquellos que deseen profundizar sobre la materia. Realmente lo que se cuestionan no son las vacunas, sino los denominados componentes coadyuvantes o aditivos que son accesorios de la propiedad principal de la vacunación.

La cuestión de base reviste especial interés en el marco de la Responsabilidad Social Corporativa, ya que los efectos secundarios, podrían ser evitados utilizando otro tipo de excipientes inocuos para las funciones de los receptores AMPA y NMDA.

Seguidamente, reproducimos el abstract del estudio:

Abstract: Autism is a condition characterized by impaired cognitive and social skills, associated with compromised immune function. The incidence is alarmingly on the rise, and environmental factors are increasingly suspected to play a role. This paper investigates word frequency patterns in the U.S. CDC Vaccine Adverse Events Reporting System (VAERS) database. Our results provide strong evidence supporting a link between autism and the aluminum in vaccines. A literature review showing toxicity of aluminum in human physiology offers further support. Mentions of autism in VAERS increased steadily at the end of the last century, during a period when mercury was being phased out, while aluminum adjuvant burden was being increased. Using standard log-likelihood ratio techniques, we identify several signs and symptoms that are significantly more prevalent in vaccine reports after 2000, including cellulitis, seizure, depression, fatigue, pain and death, which are also significantly associated with aluminum-containing vaccines. We propose that children with the autism diagnosis are especially vulnerable to toxic metals such as aluminum and mercury due to insufficient serum sulfate and glutathione. A strong correlation between autism and the MMR (Measles, Mumps, Rubella) vaccine is also observed, which may be partially explained via an increased sensitivity to acetaminophen administered to control fever. fuente

Pueden descargar el estudio completo desde aquí: (http://www.mdpi.com/1099-4300/14/11/2227)

MAS INFO: http://buenasiembra.blogspot.com.ar/2011/06/alerta-vacunas-que-modifican...

http://buenasiembra.blogspot.com.ar/2011/03/vacunas-no-gracias.html

http://noticiasdislocadas.com/general/cuidado-con-ibuprofeno.html-0